Para poner la guinda a esta aventura, acabamos pasando 4 días en una de las ciudades con mas "arte" de Europa.
Han sido jornadas de ambiente europeo, en mejor sentido de la palabra: transporte público a mansalva, parques verdes con arboledas llenas de bancos, una feria en el centro de la ciudad en la que se oía música clásica, museos grandiosos y grandes edificios, Viena es espectacular...
Desde el Museo de Historia Natural (con sus 20.000.000 de objetos) al Prater (el parque de atracciones mas antiguo de Europa, con sus noria de Eiffel incluída), pasando por palacios versallescos, jardines interminables , catedrales majestuosas y algún que otro café vienes con sus tarta Sache . . .
El destino me hizo un regalo, colocando un puesto de venta de entradas, 7 minutos antes de que empezara un concierto de Haydn y Mozart para orquesta de camara y trompeta de los solistas de la filarmonica de Viena en la catedral de Viena (Stephansdom). Sólo deciros que, durante el concierto, que estuve el 80% del tiempo con los ojos cerrados. Aun recuerdo perfectamente el sonido del chelo en la cupula de la catedral ... indescriptible.
En estos dias, cada familia ha ido "reagrupandose" segun nuestras preferencias, finalizando casi siempre todos en la feria gastronómica del festival de Cine, enfrente del Ayuntamiento para cenar cada día comida de un pais distinto (menos Mateo que tripitió italiano).
Lo que si es cierto, es que el nivel de cansancio al finalizar cada dia, era mayor que en la ruta en bici . . como cansa el turismo de ciudad!
En la ultima tarde, tocaba meter todo de nuevo en la furgo (que habiamos dejado en Viena al principio del viaje y por cierto nos costó localizar despues....). Supongo que las ganas no eran las mismas que para venir, por lo que la verdad es que fué bastante mas complicado volver a meter todo que la otra vez. Pero bueno, al final lo conseguimos, Al dia siguiente, comienza la vuelta.
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